Entre los fulares y las mochilas: ergonómicas o tradicionales para cargar al bebé, hay mucho de qué hablar antes de tomar la decisión correcta. Pero lo más importante es ¿qué pasa si lo usamos indebidamente al cargar al bebé?

El Instituto Internacional de la Displasia de Cadera (International Hip Dysplasia Institute) explica que “la cadera es una articulación de rótula que durante los primeros meses de vida de los bebés la cabeza del fémur tiene más posibilidades de salirse del acetábulo de la cadera debido a la natural flexibilidad de los bebé. Si se fuerzan las caderas, como sucedería en un portabebés colgón, existe un alto riesgo de que se deforme permanentemente la articulación, provocando displasia o dislocación de cadera”.

Al cargar al bebé este ¡nunca! Debe mirar hacia afuera

Todavía vemos en las publicidades de portabebés que estos están ubicados mirando hacia afuera, y en este sentido, es importante resaltar que ¡nunca! El bebé debe estar en esta posición dentro del portabebés, en ningún momento, a ninguna edad.

Esa posición ejerce fuerza en la espalda, en la posición contraria a su curva natural, les minimiza el contacto con su cargador (mamá o papá), lo que genera que se sientan solos o perdidos, y no los deja refugiarse de la sobre-estimulación, sobre todo, durante los primeros meses de vida.

Cualquiera que sea tu elección a la hora de cargar al bebé, lo importante es encontrar la estabilidad emocional y física de la mamá (o cargador), pero más aún del bebé.