Hipopresivos postparto: Recupera tu cuerpo de forma segura y efectiva

Tras el parto, muchas mujeres buscan métodos seguros para recuperar su tono muscular sin dañar el suelo pélvico. Los hipopresivos emergen como una solución ideal. Aquí, desglosamos sus ventajas específicas para el postparto y cómo realizarlos correctamente.
¿Por qué son ideales para el postparto?
Durante el embarazo, el suelo pélvico y el abdomen se debilitan. Los hipopresivos, al no generar presión intraabdominal, permiten fortalecer estas zonas sin riesgo de prolapsos o empeorar el diástasis. Son recomendables tras 6-8 semanas del parto (o con aprobación médica).
Beneficios más allá del físico
- Prevención de incontinencia: Fortalecen los músculos del suelo pélvico, reduciendo escapes urinarios.
- Mejora de la autoestima: Recuperar el control del cuerpo impacta positivamente en la salud mental postparto.
- Conexión con el bebé: Pueden practicarse con el bebé en brazos, adaptando posturas como la cuadrupedia.
Técnicas adaptadas para madres recientes
- Hipopresivo en decúbito supino: Acostada boca arriba con rodillas flexionadas, realiza la apnea espiratoria mientras elevas ligeramente la pelvis.
- Postura sentada: En una silla, con la espalda recta y pies apoyados, contrae el abdomen durante la apnea.
Combinación con otras terapias
Acompáñalos con kegels o fisioterapia especializada para resultados óptimos. Evita combinarlos con ejercicios de alto impacto (como correr) hasta que tu suelo pélvico esté fortalecido.
Precauciones Clave
- Dolor pélvico: Si sientes molestias, detente y consulta a un fisioterapeuta.
- Progresión gradual: Comienza con 2-3 repeticiones diarias y aumenta según tolerancia.
Estudios como los publicados en Journal of Women’s Health Physical Therapy respaldan su eficacia. Mujeres reportan mejoras en la sensación de «vacío» abdominal y mayor estabilidad lumbar a las 12 semanas de práctica.